¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Aun cuando todo lo que aprendemos tiene un significado, cada persona va aprendiendo según quiera hacerlo, sin darnos cuenta en ocaciónes aprendemos cosas que no nos promponemos a aprender, el niño a sus primeros años de edad, aprende a imitar, no distingue entre lo que esta bien y lo que está mal, sino al paso del tiempo, según le dictan las costumbres y tradiciónes del mundo en que vivimos, el aprendizaje se va adquiriendo en base a los conocimientos previos y cuando se ponen en práctica y dan resultado, se adquiere un aprendizaje significatívo, ese aporendizaje significatívo, puede ser útil a corto, mediano o largo plazo.
En si, todo aprendizaje tiene un significado, sea este bueno o malo, se utilize o no en cada mente puede que funcionen algunas cosas mejos que para otro individuo, hasta que la persona no conoce por si misma, no entiende el verdadero significado de las cosas, por eso dicen que cada cabeza es un mundo.
“¿Son los logros que busca el mundo del trabajo (al que debe responder la educación superior) semejantes a los logros generales que la educación desde siempre ha proclamado que persegue?”
Ahora bien, dando un paso más adelante, pensamos que al apropiarse del conocimiento en tanto construcción de la realidad, el sujeto se encuentra al mismo tiempo optando por una de las distintas posibilidades que tiene siempre frente a sí pues todo aprendizaje sucede en la acción y toda acción es en sí misma una elección. En tal acción se está apropiando para sí de aquel conocimiento que está construyendo, pero al hacerlo en el mismo acto se está apropiando de la realidad, la está haciendo propia. En este sentido, la apropiación de un conocimiento, por ser el que se ha optado por construir, se ha vuelto conocimiento propio.
Mediante los resultados de los avances significatívos que se muestran en la educación superior, deberían de darse las oportunidades en general a todos, es decir se hay personas competentes que no tienen oportunidad de mostrarlo mientras que otras, van aprendiendo a prueba de error y ensayo, si exitiese de verdad oportunidades por igual, las cosas serían distintas, dejando a un lado las influencias y los resultados se dispararían al doble.
¿Cómo se opera el mundo sin comprenderlo? O mejor, ¿a qué intereses sirve una operación del mundo sin su reflexión y su comprensión? ¿No debería entonces ser considerada la competencia –por lo menos en el mundo académico- como una noción que incluyera un diálogo de ida y vuelta entre el objeto socio-profesional al que sirve utilitariamente y el objeto de estudio que la provee de significado y sentido?
Pérrenoud afirma que "la construcción de competencias es inseparable de la formación de modelos de movilización de conocimientos de manera adecuada, en tiempo real, al servicio de una acción eficaz”, está dando por hecho dos supuestos. En primer lugar que toda construcción de competencias está fundada en conocimientos previamente existentes en el propio sujeto, y en segundo lugar, que tales conocimientos se ven movilizados a través de modelos pero a partir de la acción que los demanda a fin de que el sujeto se desempeñe eficazmente. De ahí que Pérrenoud afirme: "Una competencia se reconoce al relacionar de manera adecuada los conocimientos previos con un problema"
Lo descrito en este párrafo, es tanto como no saber conducir un vehiculo, pero hacerlo bajo los riesgos que implique, corre el riesgo de accidentarse, de atropellar a alguien, de destrozar el auto, de morir, lo mismo está pasando con nuestro mundo, se opera sin una conciencia, creemos que es eterno y que nunca se acabará, pero los estragos harán que cambiemos, si no es que antes nos lo terminamos, desafortunadamente, el sufrimiento es la piedra angular de un verdadero cambio.
¿Cómo y por qué razones habremos de re-significar esta noción para que tome un significado más académico que vincule los marcos referenciales teóricos del estudiante con la acción misma en que se ponen en juego precisamente esos saberes? ¿Es esto posible? ¿No conspira de origen, académicamente hablando, la noción de capacitación contra la noción misma de educación? ¿Capacitar y educar son realmente cosas distintas? ¿Por qué? ¿En qué estriba la diferencia que hace a los académicos alejarse de la capacitación para atrincherarse en la educación, al mismo tiempo que a los empresarios alejarse de ésta para atrincherarse en aquella?
El interés por el aprendizaje también refiere a una dimensión social y ética. Situar el aprendizaje únicamente en los términos que el desarrollo de las competencias demanda, pareciera promover profesionales capaces del “qué hacer” y del “cómo hacerlo”, dejando preocupantemente fuera de la formación el “con quién” y el “para qué” hacer las cosas.
En la educación veo que está implícita la capacitación, la educación es mas amplia, se educa para trascender, la capacitación busca un objetivo específico, mientras que la educación abarca globalmente principios, valores, origen y trascendencia del ser humano.
El académico al igual que el empresario, tienen un objetivo general y varios específicos, el estar divorciados uno del otro, no permite accesar a las competencias que se pretende alcanzar hoy día, por ende el desarrollo de estas competencias tiene implícito el globalizar para eficientar, logrando los objetívos comúnes.
¿En qué estriba la diferencia que hace a los académicos alejarse de la capacitación para atrincherarse en la educación, al mismo tiempo que a los empresarios alejarse de ésta para atrincherarse en aquella?
La cuestión que nos parece sumamente pertinente señalar aquí, es que la educación universitaria no se puede dar el lujo de olvidar que las prácticas socio-profesionales se ha podido desarrollar, gracias a que, al mismo tiempo que se aplican unos determinados conocimientos en la acción profesional, éstos se re-construyen indefinidamente analizándolos y reflexionándolos en sus respectivos campos del conocimiento. Esta tarea, ciertamente parecería en principio que sólo debe realizarse en la investigación formal, sin embargo, en alguna medida, el aula universitaria es un espacio también de análisis y reflexión teórico-crítica importante donde los profesionistas regresan precisamente a analizar y reflexionar su praxis con los estudiantes, si no fuera así, la universidad como institución social se vería fuertemente limitada. Si los profesionistas docentes sólo regresaran a las aulas universitarias a ofrecer su praxis sin ningún análisis teórico, acabarían siendo sólo reproductores de un oficio puramente pragmático. Las profesiones no avanzarían.
¿En qué examen final, de prácticamente cualquier materia universitaria, se analizan y reflexionan los cambios estructurales y personales ocurridos en los estudiantes en tanto seres humanos por encima de los contenidos programáticos?
Ahora bien, si aquello que da significado al aprendizaje tiene que ver con la sobrevivencia del sujeto, con el desarrollo del sí mismo, o con la potencialidad cognitiva de los viejos esquemas de entendimiento que permite asimilar los nuevos, no vemos por qué sólo la acción humana pueda abrogarse el atributo de producir aprendizaje significativo descalificando el poder cognitivo del discurso.
Creo que en ninguno, salvo que la finalidad trate de hacer reflexionar al estudiante en algo específico del tema qu ese está asbordando, pero generalmente no creo que se reflexione sobre el mismo.
Aun cuando todo lo que aprendemos tiene un significado, cada persona va aprendiendo según quiera hacerlo, sin darnos cuenta en ocaciónes aprendemos cosas que no nos promponemos a aprender, el niño a sus primeros años de edad, aprende a imitar, no distingue entre lo que esta bien y lo que está mal, sino al paso del tiempo, según le dictan las costumbres y tradiciónes del mundo en que vivimos, el aprendizaje se va adquiriendo en base a los conocimientos previos y cuando se ponen en práctica y dan resultado, se adquiere un aprendizaje significatívo, ese aporendizaje significatívo, puede ser útil a corto, mediano o largo plazo.
En si, todo aprendizaje tiene un significado, sea este bueno o malo, se utilize o no en cada mente puede que funcionen algunas cosas mejos que para otro individuo, hasta que la persona no conoce por si misma, no entiende el verdadero significado de las cosas, por eso dicen que cada cabeza es un mundo.
“¿Son los logros que busca el mundo del trabajo (al que debe responder la educación superior) semejantes a los logros generales que la educación desde siempre ha proclamado que persegue?”
Ahora bien, dando un paso más adelante, pensamos que al apropiarse del conocimiento en tanto construcción de la realidad, el sujeto se encuentra al mismo tiempo optando por una de las distintas posibilidades que tiene siempre frente a sí pues todo aprendizaje sucede en la acción y toda acción es en sí misma una elección. En tal acción se está apropiando para sí de aquel conocimiento que está construyendo, pero al hacerlo en el mismo acto se está apropiando de la realidad, la está haciendo propia. En este sentido, la apropiación de un conocimiento, por ser el que se ha optado por construir, se ha vuelto conocimiento propio.
Mediante los resultados de los avances significatívos que se muestran en la educación superior, deberían de darse las oportunidades en general a todos, es decir se hay personas competentes que no tienen oportunidad de mostrarlo mientras que otras, van aprendiendo a prueba de error y ensayo, si exitiese de verdad oportunidades por igual, las cosas serían distintas, dejando a un lado las influencias y los resultados se dispararían al doble.
¿Cómo se opera el mundo sin comprenderlo? O mejor, ¿a qué intereses sirve una operación del mundo sin su reflexión y su comprensión? ¿No debería entonces ser considerada la competencia –por lo menos en el mundo académico- como una noción que incluyera un diálogo de ida y vuelta entre el objeto socio-profesional al que sirve utilitariamente y el objeto de estudio que la provee de significado y sentido?
Pérrenoud afirma que "la construcción de competencias es inseparable de la formación de modelos de movilización de conocimientos de manera adecuada, en tiempo real, al servicio de una acción eficaz”, está dando por hecho dos supuestos. En primer lugar que toda construcción de competencias está fundada en conocimientos previamente existentes en el propio sujeto, y en segundo lugar, que tales conocimientos se ven movilizados a través de modelos pero a partir de la acción que los demanda a fin de que el sujeto se desempeñe eficazmente. De ahí que Pérrenoud afirme: "Una competencia se reconoce al relacionar de manera adecuada los conocimientos previos con un problema"
Lo descrito en este párrafo, es tanto como no saber conducir un vehiculo, pero hacerlo bajo los riesgos que implique, corre el riesgo de accidentarse, de atropellar a alguien, de destrozar el auto, de morir, lo mismo está pasando con nuestro mundo, se opera sin una conciencia, creemos que es eterno y que nunca se acabará, pero los estragos harán que cambiemos, si no es que antes nos lo terminamos, desafortunadamente, el sufrimiento es la piedra angular de un verdadero cambio.
¿Cómo y por qué razones habremos de re-significar esta noción para que tome un significado más académico que vincule los marcos referenciales teóricos del estudiante con la acción misma en que se ponen en juego precisamente esos saberes? ¿Es esto posible? ¿No conspira de origen, académicamente hablando, la noción de capacitación contra la noción misma de educación? ¿Capacitar y educar son realmente cosas distintas? ¿Por qué? ¿En qué estriba la diferencia que hace a los académicos alejarse de la capacitación para atrincherarse en la educación, al mismo tiempo que a los empresarios alejarse de ésta para atrincherarse en aquella?
El interés por el aprendizaje también refiere a una dimensión social y ética. Situar el aprendizaje únicamente en los términos que el desarrollo de las competencias demanda, pareciera promover profesionales capaces del “qué hacer” y del “cómo hacerlo”, dejando preocupantemente fuera de la formación el “con quién” y el “para qué” hacer las cosas.
En la educación veo que está implícita la capacitación, la educación es mas amplia, se educa para trascender, la capacitación busca un objetivo específico, mientras que la educación abarca globalmente principios, valores, origen y trascendencia del ser humano.
El académico al igual que el empresario, tienen un objetivo general y varios específicos, el estar divorciados uno del otro, no permite accesar a las competencias que se pretende alcanzar hoy día, por ende el desarrollo de estas competencias tiene implícito el globalizar para eficientar, logrando los objetívos comúnes.
¿En qué estriba la diferencia que hace a los académicos alejarse de la capacitación para atrincherarse en la educación, al mismo tiempo que a los empresarios alejarse de ésta para atrincherarse en aquella?
La cuestión que nos parece sumamente pertinente señalar aquí, es que la educación universitaria no se puede dar el lujo de olvidar que las prácticas socio-profesionales se ha podido desarrollar, gracias a que, al mismo tiempo que se aplican unos determinados conocimientos en la acción profesional, éstos se re-construyen indefinidamente analizándolos y reflexionándolos en sus respectivos campos del conocimiento. Esta tarea, ciertamente parecería en principio que sólo debe realizarse en la investigación formal, sin embargo, en alguna medida, el aula universitaria es un espacio también de análisis y reflexión teórico-crítica importante donde los profesionistas regresan precisamente a analizar y reflexionar su praxis con los estudiantes, si no fuera así, la universidad como institución social se vería fuertemente limitada. Si los profesionistas docentes sólo regresaran a las aulas universitarias a ofrecer su praxis sin ningún análisis teórico, acabarían siendo sólo reproductores de un oficio puramente pragmático. Las profesiones no avanzarían.
¿En qué examen final, de prácticamente cualquier materia universitaria, se analizan y reflexionan los cambios estructurales y personales ocurridos en los estudiantes en tanto seres humanos por encima de los contenidos programáticos?
Ahora bien, si aquello que da significado al aprendizaje tiene que ver con la sobrevivencia del sujeto, con el desarrollo del sí mismo, o con la potencialidad cognitiva de los viejos esquemas de entendimiento que permite asimilar los nuevos, no vemos por qué sólo la acción humana pueda abrogarse el atributo de producir aprendizaje significativo descalificando el poder cognitivo del discurso.
Creo que en ninguno, salvo que la finalidad trate de hacer reflexionar al estudiante en algo específico del tema qu ese está asbordando, pero generalmente no creo que se reflexione sobre el mismo.